Las manos circulares y hambrientas
buscan un beso impar
que se llena de caricias, con formas de ausencia.
En el callejón de espejos abandonados
los paraguas recogen recuerdos de agua
como entonces, cuando tus dedos dormían en mí.
Hoy esta lejanía sacude todas las nostalgias
que me habitan tenaces
en este dolor y su hueco,
tan sólo se puede respirar perdida.
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