En Granada,a mitad de precio: donde te hospedas, los calamares bien frititos y los jabuguitos. Toda esa Alhambra para contemplarla, el calor de cualquier ciudad que camina en pantalón corto y bebe de la soledad que va con el caminante.
No puedo olvidar , porque tengo recuerdos que son como cáscaras de semillas. Las pipas que daban sabor hace algún tiempo, se disfrutan, se digieren con todo el sabor y la alegría de un presente rico cuando la compañía estimulaba y me traía confianza.
Las ilusiones deberían fabricarse con la facilidad, con la que se agotan, cuando depositamos amor en otros y todo finalmente se acaba.
Si nos quisiéramos más y con más ímpetu, quizás nos dibujaramos una sonrisa cada mañana.
En vez de un cuchillo en la garganta que reclama una ausencia de tal envergadura que apenas podemos respirar.
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