Al borde de la luna llena, nievan mujeres
que no son súbditos del hombre de las cavernas
tan oscuras como aciagas.
Las republicanas milicianas
las del carmín rojo y la piel blanca
esas que se tambalean en sus tacones
a golpes de cadera y viento.
O las otras más recientes
liberadas del claustro del macho dominante alfa,
las que piensan por sí mismas
las que lucharon y nos parieron
para que hoy estemos aquí
con la cabeza bien alta
y la voz tan clara como nuestra.
Somos quienes queremos ser
y ni tú, ni tú, nos vais a emparedar
porque
tenemos voz y voto
y levantaremos nuestras manos
contra las injusticias de todo ámbito
y este dominio del macho y su testosterona desbordada
se acaba
con los nuevos ciclos
que no son súbditos del hombre de las cavernas
tan oscuras como aciagas.
Las republicanas milicianas
las del carmín rojo y la piel blanca
esas que se tambalean en sus tacones
a golpes de cadera y viento.
O las otras más recientes
liberadas del claustro del macho dominante alfa,
las que piensan por sí mismas
las que lucharon y nos parieron
para que hoy estemos aquí
con la cabeza bien alta
y la voz tan clara como nuestra.
Somos quienes queremos ser
y ni tú, ni tú, nos vais a emparedar
porque
tenemos voz y voto
y levantaremos nuestras manos
contra las injusticias de todo ámbito
y este dominio del macho y su testosterona desbordada
se acaba
con los nuevos ciclos
y los nuevos seres que somos gracias a las que nos parieron.
Victoriana secreta sociedad (1896...
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