Aquí ando con media sonrisa para relataros un poquito de lo sucedido en la Presentación en el Libertad 8, allá con mi Fragmentada a cuestas, esa niña que nació por los madriles y se bautizo en México. Es muy jovencita en su trayectoria, yo por supuesto le tengo inmenso cariño, pero la peque vuela.
Esta es la portada: Pasado y Presente se Fragmenta, parte del dibujo que hice hace tiempo y ahora me mira y contempla desde el ayer al hoy.
Hay que salir de uno mismo y mirar alrededor, porque somos parte que camina y hace camino (recordando a Machado como no).
Hablar de uno mismo da mucho, pero mucho pudor, y como bien dice Vicente Huidobro es triste cuando se publica un libro, pero también pienso que vuelan hacia otras manos, ya ajenas a nosotros. Ahora espero respirar y seguir escribiendo en un "encierro necesario",donde las bibliotecas y cafés pueden ser testigos, pero la soledad atesora reflexión y condiciones que el ruido no deja contemplar y más en una ciudad como Madrid.
Mil gracias y mil, con besos rojos, para endulzar este otoño.
Bueno voy, iba diciendo que tengo una coctelera de ideas agitándose en mi cráneo efervescente. El pasado 25 de Noviembre, es decir, hace 2 días, aunque a mí me parezca que hayan pasado siglos, porque los acontecimientos se desbocan y en ocasiones son tozudos, rápidos ...
Al fin, presente a la niña Fragmentada, allí en Libertad 8, estuvieron conmigo la voz y la presencia del genial ser :Pedro María Sánchez (gran persona, esta institución escénica, siempre impresionante, con la medida y el tempo en la acción y la palabra).
En la parte musical David LLosa e Iñigo Coppel. David ahora se llama "Gatoperro" yo que vosotros no me lo perdería, ni a Iñigo si tenéis ocasión de disfrutarlos.
Con micro en mano en el Café Libertad a una hora muy temprana. Madrid en plena ebullición de actos con su día internacional de la no violencia. Y yo con los nervios del estreno en la ciudad que me ve vivir, allí estuvieron acompañándome poetas a los que admiro como: Campoy, Galarza, Malia...amigos, compañeros de tertulia rascamaniense etc...(Rocío Díaz, relatera ,Javier Díaz Gil). Entre otros.
Hablar de uno mismo da mucho, pero mucho pudor, y como bien dice Vicente Huidobro es triste cuando se publica un libro, pero también pienso que vuelan hacia otras manos, ya ajenas a nosotros. Ahora espero respirar y seguir escribiendo en un "encierro necesario",donde las bibliotecas y cafés pueden ser testigos, pero la soledad atesora reflexión y condiciones que el ruido no deja contemplar y más en una ciudad como Madrid.
En fin, no puedo sino dar las gracias por arroparme un viernes de noviembre primaveral a 18 grados de temperatura ambiente, en el marco de sueños que arrancan y quién sabe hasta donde llegan. Con la esperanza puesta en el horizonte, me despido por hoy.
Mil gracias y mil, con besos rojos, para endulzar este otoño.
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