miércoles, 2 de noviembre de 2011

Para acompañar un poema erótico de Álvaro Mutis , alguna fotografía del Parque Jeju Loveland en Corea del Sur.

Creadas 140 esculturas por estudiantes de arte, en la llamada Tierra del Amor donde suelen ir las parejas coreanas en luna de miel. En este parque creado después de la guerra, se hacen ciclos de educación sexual, allá en la lejana Corea.





Hay esculturas de todo tipo inspiradas en el kamasutra, series dedicadas al onanismo, fálicas...En mil diversos juegos eróticos, quedan plasmadas en este parque en Jeju, abarcan un terreno de unas 2 héctareas o 2 campos de fútbol.






POEMA DE ÁLVARO MUTIS


"204"




I


Escucha Escucha Escucha




la voz de los hoteles,


de los cuartos aún sin arreglar,


los diálogos en los oscuros pasillos que adorna una raída


alfombra escarlata


por donde se apresuran los sirvientes que salen al amanecer


como espantados murciélagos.




Escucha Escucha Escucha




los murmullos en la escalera; las voces que vienen de la


cocina, donde se fragua un agrio olor a comida que


muy pronto estará en todas partes, el ronroneo de los


ascensores.




Escucha Escucha Escucha


a la hermosa inquilina del "204" que despereza sus miembros


y se queja y extiende su viuda desnudez sobre la cama.


De su cuerpo sale un vaho tibio de campo recién llovido.


¡Ay que tránsito el de sus noches tremolantes


como las banderas en los estadios!


Escucha Escucha Escucha


El agua que gotea en los lavatorios, en las gradas que


invade un resbaloso y maloliente verdín. Nada hay sino


una sombra, una tibia y espesa sombra que todo lo cubre.




Sobre esas losas -cuando el mediodía siembre de monedas


el mugriento piso- su cuerpo inmenso y blanco sabrá


moverse, dócil para las lides del tálamo y conocedor


de los más variados caminos. El agua lavará la impureza


y renovará las fuentes del deseo.


Escucha Escucha Escucha




a la incansable viajera, ella abre las ventanas y aspira el


aire que viene de la calle. Un desocupado la silba desde


la acera del frente y ella estremece sus flancos en res-


puesta al incógnito llamado.



II


De la ortiga al granizo


del granizo al terciopelo


del terciopelo a los orinales


de los orinales al río


del río a las amargas algas


de las algas amargas a la ortiga


de la ortiga al granizo


del granizo al terciopelo


del terciopelo al hotel




Escucha Escucha Escucha




la oración manantial de los inquilina


su grito que recorre los pasillos


y despierta despavoridos a los durmientes.


el grito del "204"


¡Señor, señor, por qué me has abandonado!







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