Raúl Campoy Guillén ,joven poeta que camina por la selva de los versos. Con dos libros en su haber ya se encuentra en el lugar que merece, arriba arriba , porque lo bueno hay que destacarlo. Para descubrirle más profundamente busquenle en las librerías más cercanas no sólo es sano sino altamente recomendable.
(Veladuras)
Era de noche.
Ese pintor oculto lo tenía fácil.
Le di un pincel empañado de nostalgias.
Le di los silbidos quebradizos
que tiritan en mi trazo.
Yo competía con todos los colores:
mi cuerpo era triste
como todas las hojas del otoño;
apagué todos los ponientes
en esta copa,
en esta silla,
en esta mesa
que sirve de almohada
para mi pensamiento;
me sumergí
en las cortinas del murmullo,
en la protección de las palabras
borrosas.
Yo era la soledad
pero necesitaba estar más solo.
Yo quería encajar
dentro del mutismo de un marco.
Por eso llamé a ese pintor oculto.
A esa dulzura de paleta infantil.
A esos ojos que te miran
desde la lluvia.
A esa protección de lienzo.
(Pero me vi solo
en un bar
enfrente de un espejo)
He dicho que era de noche?
Era de día.
Mi cuerpo de noche
disfrazado en la luna:
siempre hay que aparentar ser,
ser pintura.
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