domingo, 3 de abril de 2011

Una ristra de poemas de diversas autoras: Anne Sexton, Anna Ajmátova, Sylvia Plath.

ANNE SEXTON
SILVYA PLATH
ANNA AJMÁTOVA
Sylvia Plath (1932-1963) .Buscaba la muerte, se sentía inadaptada, fuera de lugar y tiempo. Se suicido con la cabeza metida en el horno de su casa un 11 de febrero. Nos queda su obra, aquí dejo uno de sus poemas.


CANCIÓN DE LA MAÑANA

El amor te puso en marcha como un un carnoso reloj de oro.

Te golpeteó los pies la comadrona, y fue que tu sucinto llanto

Halló su lugar entre los elementos.

Nuestras voces te hacen el eco y magnifican tu llegada.

Una nueva (estatua.

Es tan frío museo, bajo la sombra de tu desnudez

Dejamos de estar seguros. Alrededor tuyo nos erguimos como paredes

en (blanco.

Yo no soy más tu madre que la nube destilando

Espejos que reflejan su propia y lenta descomposición

De la mano del viento. Durante toda la noche tu aliento de polilla entre las rosas

Caídas resplandece.

Me despierto a escuchar: Mar lejano que se agita en mis oídos.

Un sólo grito tuyo, y ya me tiro de la cama, pesada Como una res y cubierta con las flores de mi camisón de corte victoriano.

Tu boca se abre en seco como la de un gato.

El recuadro de la ventana

Se blanquea y engulle las pálidas estrellas. Y es ahora que practicas Esas cuantas notas; Definidas vocales que como globos se elevan.


ANNE SEXTON (1928-1974). Su andadura en la literatura fue casual se la recomendaron en el hospital psiquiátrico como terapia. Poco antes de cumplir 46 años pone fin a su vida en el garaje de su casa con el motor del coche respirando anhídrido carbónico. Uno de sus poemas comparto aquí y ahora :


DON MÍO

Observa cómo ha numerado las venas azules

de mi pecho.

Por otra parte, hay diez pecas.

Ahora va hacia a la izquierda. Ahora a la derecha.

Construye una ciudad, una ciudad de carne.

Él es un industrial. Ha mordido el hambre en bodegas

y, señoras y señores, ha sido traspasado por el hierro,

por la sangre, por el metal, por el hierro triunfal

de la muerte de su madre

La ciudad le consume.

Desde la gloria de los tablones , me construye

Desde el asombro del cemento me ha moldeado.

Me ha proporcionado seiscientos signos callejeros.

Mientras yo bailaba construyó un museo.

Construyó diez bloques cuando me removí en el lecho.

Construyó un paso elevado cuando me marché.

Le ofrecí flores y construyó un aeropuerto.

Usó piruletas rojas y verdes a modo de semáforo.

Sin embargo cruzo en mi corazón, zona escolar, despacio.


ANNA AJMÁTOVA (1899-1966) Ajmátova poeta rusa, fue reconocida desde sus primeros libros, su gran poesía se da en la madurez (51 años cuentan los estudiosos en Ajmátova) . Uno de sus poemas : DEDICATORIA más abajito lo transcribo.

DEDICATORIA

Puede una pena así mover montañas

y detener la corriente de un gran río,

pero no puede quebrar con su fuerza los cerrojos que nos separan de las celdas y los presos llenos de angustia mortal.

Hay quien respira el fresco de la brisa,

hay quien siente la dulzura del sol cuando se pone,

pero nosotras, en la desdicha compañeras,

oímos sólo el sonido ominoso de las llaves

y los pasos de plomo del soldado.

Nos levantábamos como para la misa del alba,

cruzábamos la ciudad embrutecida

y, más muertas que vivas, nos encontrábamos allí.

Se acortaban las horas de sol, la nieve pesaba sobre el Neva,

pero aún la esperanza cantaba a lo lejos.

La sentencia ...Brotan de pronto lágrimas

y una mujer se siente fuera del grupo;

como si le hubieran arrancado el corazón y brutales

lo arrojaran al suelo, para luego soltarla,

así camina tambaleándose...sola.

¿Dónde están hoy aquéllas con quienes sin querer

compartí mis dos años de infierno?

¿Qué formas adivinan en las ventiscas de Siberia?

¿ Qué presagios en el arco de la luna?

A ellas envío mi adiós. (Marzo del año 1940)

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